Mochileo por la Ruta Panorámica de Puerto Rico 7

Mochileo por la Ruta Panorámica de Puerto Rico – 7mo día

Despertamos temprano como siempre bajo un cielo despejado y precioso a pesar de que estuvo lloviendo gran parte de la noche hasta poco después de la media noche. Estaba sorprendido por las copiosas lluvias encontradas hasta ahora en este mochileo por la Ruta Panorámica de Puerto Rico. Preparamos el desayuno sin demora y comenzamos a empacar las cosas.

Aún tenía la ropa bastante húmeda pues la mantuvimos dentro de la caseta a causa de la lluvia. Mientras hacíamos todos los preparativos para salir tendimos la ropa para aprovechar el sol.

Salimos un poco más tarde de lo deseado pues realizamos varias llamadas para coordinar tanto el rescate de los palos de la caseta como la entrega de los suministros.

Aún estando húmeda la ropa emprendimos el viaje. En caminatas largas como ésta no llevo mucha ropa pues el peso total es importante así que prefiero utilizar la ropa húmeda incluyendo las medias pues sé que se secarán rápidamente durante el camino. Si las condiciones del tiempo pronosticaran más lluvia durante el día prefiero usar las medias húmedas del día anterior pues no voy a mojar las que tengo secas y quedarme por la noche sin un par de medias secas. Las medias que utilizo para dormir son exclusivamente para eso y no las utilizo para otra cosa.

Éste tramo es bastante largo pues pretendemos llegar hasta Aibonito y es posible que hasta dividimos el viaje en dos. Tenemos una alternativa para acampar en el camino por si decidimos hacerlo.

La primera parte del mochileo fue promedio, con sus cambios de elevación promedio y bastante sombra por los árboles y montañas sin embargo, al llegar a la carretera #1 las condiciones cambiaron pues la carretera es una muy transitada y no siempre era posible caminar de frente al tráfico por la ausencia de espacio seguro para caminar. En múltiples ocasiones tuvimos que cruzar al otro lado de la carretera para evitar ser golpeados por los vehículos. Con todo y estas precauciones pasamos algunos sustos con vehículos que tomaban las curvas demasiado cerradas e invadían las áreas de seguridad sobrepasando las líneas amarillas de la carretera. Definitivamente hay que estar más alerta de lo usual en esta carretera.

Llegamos al cruce con la carretera 7722 cual sube hacía Aibonito y es una de las rutas favoritas para el “chinchorreo” en Puerto Rico. Acá se le llama “chinchorro” a los pequeños negocios que suelen encontrarse en el camino y en donde te puedes detener a refrescarte, comer una gran variedad de antojos típicos del gusto puertorriqueño. La mejor parte es que justamente coincide con nuestro mochileo por la Ruta Panorámica.

Nos detuvimos en éste cruce, justo al lado de la Iglesia Católica Virgen del Carmen, para descansar y esperar por nuestros palos y suministros pues fue el punto acordado con nuestro amigo para hacerlo. Poco después llegó con todo lo que necesitábamos y aún más pues llegó con dos pizzas grandes y bebidas para almorzar!!! No podíamos estar más agradecidos; rescatamos los palos de la caseta que habíamos dejado el día anterior en el Centro Comunal de Guayama con la extraordinaria colaboración de la directora del Head Start contiguo, recibimos los suministros para los próximos días y nos trajeron el almuerzo!!!!!, Qué más se podía pedir!!!

Continuamos nuestro viaje luego de acomodar todo en las mochilas. Ahora sí que la cosa se ponía brava, todo el camino es subiendo constantemente, bajo el sol, no hay sombra en el camino y con peso extra en las mochilas. Nos detuvimos brevemente en uno de los chinchorros del camino para usar los baños y continuamos.

El camino realmente fue fuerte, extremadamente fuerte. Nos detuvimos varias veces a descansar, lo que nos hizo pensar en cortar el tramo pero luego comíamos algo liviano y esto animaba el espíritu. Seguimos así prácticamente toda la tarde. Fue tan difícil el asenso que ni siquiera pensé en grabar o tomar fotografías, solo tenia mi mente puesta en subir, subir y subir. Al faltar como una hora para oscurecer comencé a preocuparme pues nuevamente tendríamos que caminar de noche sin embargo, fue inevitable. El agotamiento era total y tuvimos que detenernos nuevamente a comer algo y descansar e hidratarnos para recuperar fuerzas apropiadamente.

Obscureció, comenzó a llover y bajó la temperatura. Al menos habíamos escapado del intenso sol. Llegamos al Restaurante Cantinflas a las 8.00 PM. Aún no era nuestro destino pero faltaba poco. Aquí la dueña fue súper amable con nosotros, nos acomodó en una mesa y nos obsequió un delicioso frapé y unas deliciosas sopas de gallina que definitivamente nos levantó el ánimo. Allí permanecimos poco más de una hora. Descansamos, utilizamos los baños y cargamos los equipos electrónicos. Ya animados continuamos el viaje pues faltaban como 2 kilómetros para llegar al área designada para acampar. Hoy tendríamos que montar el campamento en total oscuridad.

Finalmente llegamos al área y comenzamos de inmediato a montar la caseta cuando de repente pasó lo inesperado. Accidentalmente se nos rompió el palo principal de la caseta!!! Wow, difícil de explicar todas las cosas que le pasan a uno por la cabeza en un momento como ése, aparte de que era la primera vez que algo así me sucedía. Sin embargo, siempre hay una primera vez para todo. Traté de componer la avería con los materiales que tenía disponible pero no fue posible hacerlo. El punto por donde partió el tubo de aluminio era una de las áreas de mayor atención y no tenía con qué reparar el daño. Al menos no en ese lugar.

Las condiciones climatológicas se deterioraron rápidamente, entró una densa neblina, brisa y lluvia bastante fuerte. Nos refugiamos contra la pared de la iglesia vecina, contra el lado opuesto al viento para poder pensar en las opciones pero no habían muchas en realidad. Eran cerca de las 10.00 PM y decidimos entonces llamar a la hermana de Luis para que nos recogiera. Haríamos una pausa forzada en nuestro mochileo por la Ruta Panorámica de Puerto Rico.

Estábamos bastante lejos así que tomaría varias horas para el “rescate” así que comimos y esperamos. Mientras tanto hice varias búsquedas por Internet buscando soluciones o alternativas para este inconveniente. Estuvimos un rato en silencio, puedo decir que me sentía desconcertado y molesto pero la molestia se me quitó bastante rápido pues personalmente pienso que nada pasa en esta vida al azahar. Dios tiene el control de todo y Él sabe todas las cosas. Luis por otro lado se notaba raro, pasmado y serio. Pensé inmediatamente que se sentía culpable por lo sucedido pues en el momento de la ruptura era él precisamente el que manipulaba los palos, de hecho era la primera vez en que le había pedido que armara la caseta pues quería que él se hiciera más diestro en todos los aspectos del mochileo.

Le indiqué que no se culpara por lo sucedido pues estas cosas sucedían de vez en cuando y que de alguna forma resolveríamos el problema. Tal vez me hubiese sucedido y de igual forma hubiese sido mi primera vez.

Finalmente Wanda nos recogió y llevó a de vuelta a Humacao, llegamos a las 2.00 AM del día siguiente y allí pernoctamos. Ya veremos cómo resolveremos éste asunto cuando despertemos, pero eso será para el próximo recuento.

Puedes ver el vídeo completo aquí, https://youtu.be/ddHrjVEPtYI