Mochileo por la Ruta Panorámica de Puerto Rico – 21er día
Comenzamos el día desayunando con las provisiones que había traído Elvin el día anterior. Todo fue más que suficiente para quedar satisfechos y listos para comenzar el día. Poco mas tarde apareció y charlamos un poco mientras preparábamos las mochilas para salir. Llegado el momento, nos despedimos agradeciendo nuevamente todas sus atenciones y partimos siguiendo la Ruta Panorámica de Puerto en dirección al pueblo de Maricao.
Al cabo de una hora aproximadamente en el camino un auto se nos puso al lado y Elvin era el que manejaba. Nos indicó que había un negocio adelante donde vendían “Limbers” y que nos dejaría unos pagos para cuando llegáramos al lugar. Conocíamos del lugar y teníamos planificado hacer una corta parada en el lugar de todas maneras así que agradecimos nuevamente su cortesía y nos despedimos, nuevamente.
La naturaleza nos obsequio igualmente con guineos maduros en el camino y cada cual tomamos uno. Prácticamente toda la Panorámica de Puerto Rico tiene árboles frutales y plantas comestibles a todo lo largo. Habíamos pasado cientos de racimos de guineos verdes y esta era el primer racimo que encontramos con algunos maduros. La planta estaba al lado del camino en lo que parecían terrenos no privados y por eso nos atrevimos a tomarlos.
A pesar de haberle restado varios kilómetros a la ruta en el día de ayer, encontramos la misma bastante fuerte de todas maneras pues los ascensos eran considerablemente extensos. El Sol brillaba intensamente y había poca sombra para protegernos.
Cuando llegamos al Centro Vacacional Monte del Estado administrado por la Compañía de Parque Nacionales quedamos totalmente decepcionados al encontrar el lugar cerrado. Era sábado y nos habíamos hecho de la idea de pasar un buen rato en el lugar para descansar y comer algo antes de proseguir nuestro camino. Luego durante la tarde nos enteramos que el lugar había sido cerrado a causa de los continuos sismos que estaban afectando la zona.
No tuvimos otro remedio que continuar caminando hasta “La Torre de Piedra”. Tengo que decir que a pesar de no estar uno muy separado del otro, el asenso hacia la torre fue casi una tortura. Llegamos extenuados al lugar donde finalmente tomamos un merecido descanso, comimos y nos hidratamos. No hay duda de que en días claros, como el que tuvimos hoy, el lugar cuenta con una de las vistas mas espectaculares de la Ruta Panorámica de Puerto Rico.
Unos 40 minutos mas tarde salimos hacia el pueblo. Teníamos por delante unas cinco millas adicionales pero ya habíamos alcanzado la parte mas alta de la ruta así que el resto del camino no fue tan pesado. Sin embargo las condiciones del tiempo se estaban deteriorando y sabia que estaríamos recibiendo lluvia en algún momento de la tarde. Bajo condiciones normales, la zona en que estábamos recibe mucha precipitación durante las tardes por los vientos alisios que generalmente llegan del Este. Esto provoca mucha lluvia para la zona central Oeste de la Isla.
Llegamos al pueblo cerca de las 4.30 PM y justo antes de entrar en él hablamos con un vecino para preguntar dónde podríamos encontrar algún negocio para comer. Su respuesta no fue muy alentadora pues dijo que solo habían dos lugares, a esa hora, que estaban abiertos. Nos explicó cómo llegar a ambos lugares y sintiendo curiosidad nos pregunto acerca de lo que hacíamos.
Cuando le explicamos nos pidió que le esperáramos pues iba a buscar a su esposa pues sabia que el asunto le interesaría. Así lo hicimos y su esposa salió de la casa para conversar con nosotros. Poco después el esposo salió de la casa con una bolsa plástica en la mano y nos la dio. Al revisar, la misma contenía; 6 botellas de agua, 1 lata de jamonilla, 2 latas de leche condensada, cubiertos y vasos desechables.
Estábamos sin palabras por la sorpresa, realmente agradecidos por la gentileza y a la misma vez un poco incómodos por la situación. No por el hecho de que nos hubiesen obsequiado las provisiones, la realidad era que realmente nos era imposible aceptar todo eso pues no podíamos añadir todo ese peso adicional a las mochilas. Les agradecimos enormemente su gesto y le explicamos bien nuestra situación pues no queríamos que nos malinterpretaran o se ofendieran. Afortunadamente entendieron nuestro punto y solo tomamos dos botellas de agua y una lata de leche evaporada a insistencias de ellos.
Salimos luego de hay directo a la Pizzería/Panadería que nos habían indicado. Y llegamos justo a tiempo cuando rompió a llover copiosamente. Ordenamos la Pizza mas grande que había pues teníamos un hambre voraz. Mientras esperábamos por la Pizza nos comunicamos con nuestros familiares para ponerlos al tanto de nuestra situación y bienestar. Nuestro plan era pasar la noche en el parque de bombas del pueblo.
Cuando solicite el permiso para acampar en los terrenos del parque de bombas tuve que explicarle al capitán del área (Capitán Vale) todo con respecto a la caminata que estaríamos realizando. Luego de escucharme atentamente durante todo ese tiempo me pregunto, ¿por qué no se quedan en el parque de bombas? Todavía me río al recordar su pregunta pues me había quedado mudo. Me había tomado totalmente de sorpresa su pregunta. Lo único que pude decir fue, bueno eso seria fantástico.
El Capitán me indico que tenia suficiente espacio y cuartos vacíos en el lugar. Que nos podíamos quedar en uno de los cuartos, usar los baños y hasta la cocina. Luego de una oferta como esa, ¿quien diría que no?
Luego de comernos la Pizza continuaba diluviando. Tratamos de quedarnos en el lugar hasta que dejara de llover pero la lluvia y el radar no daban señales de que el asunto terminara pronto. Estábamos relativamente cerca del parque de bombas, solo faltan unos 600 metros mas, pero no tenia muchos deseos de empaparme nuevamente.
Ya oscurecía así que llame al Capitán para indicarle la situación y el a su vez llamo al parque de bombas para que no cerraran los portones hasta que llegáramos. No tuvimos otra opsion que la de continuar bajo la lluvia. Nos pusimos los ponchos y salimos. Finalmente llegamos cerca de las 7.00 PM al parque de bombas. Allí nos esperaba Ferdinand, bombero de turno, quien nos recibió y nos mostró todas las facilidades del lugar.
Estábamos empapados de la cintura para abajo así que rápidamente acomodamos todo en el cuarto que nos dieron, nos bañamos y cambiamos de ropas. El lugar contaba con maquina de lavar y secadora, así que lavamos toda la ropa sucia y la secamos. ¿Qué mas podíamos pedir?
Mas tarde en la noche pudimos conocer a otros bomberos que habían llegado y pudimos también conocer a la esposa de Ferdinand y a sus dos hijos. Ella trajo pan criollo caliente cual cominos con mantequilla. Luego de una buena charla nos despedimos y retiramos a dormir pues estábamos bien agotados y queríamos madrugar para comenzar la marcha lo mas temprano posible.
Notificación. El mochileo por la Ruta Panorámica de Puerto Rico fue realizado entre el 9 de Febrero y el 2 de Marzo de 2020. Hago esta aclaración en respuesta a todos aquellos que me han escrito preguntándome si hemos estado caminando en medio de la pandemia.
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