¿Mochileo después de los 50?

¿Por qué no? Practicar el mochileo después de los 50 años puede realmente ser beneficioso tanto para tu salud física como emocional.

Muchas personas llegaron a experimentar el mochileo en algún momento durante su juventud o siempre han deseado practicar esta disciplina, pero han llegado a ésta etapa de su vida adulta y se cuestionan si aún le es posible involucrarse en dicha actividad.

No soy medico, tampoco ejerzo como profesional en ninguna de las ramas relacionadas a la medicina así que solo hablaré de mis experiencias personales y cómo el mochileo ha tenido un papel importante mejorando tanto mi salud emocional como física. Siempre recomiendo consultar con su medico antes de comenzar a practicar cualquier actividad nueva cuando ella implique esfuerzo físico, especialmente si no estas habituado al mismo.

Generalmente los adultos mayores están cerca del retiro o ya disfrutan del mismo y cuentan con más tiempo para dedicarlo a otras actividades que les mantengan activos y saludables. Pero por otro lado, no todos tuvieron la oportunidad de mantener una condición física adecuada o han desarrollado condiciones de salud limitantes con el pasar del tiempo.

Al momento de escribir este artículo cuento con 60 años. Durante toda mi juventud disfruté del programa de los niños escuchas gracias a que mis padres se involucraron en el programa como lideres adultos. Superé todos los niveles del mismo hasta alcanzar la mayoría de edad permitida en el programa y más tarde ingrese al ejercito.

Son tantas las lecciones aprendidas, experiencias, aventuras y gratos recuerdos que me seria imposible enumerarlas. No todo fue color de rosa, por supuesto que pasé por momentos difíciles y hasta peligrosos pero a pesar de todo no puedo catalogarlas como malas experiencias. De todas ellas aprendí y todas ellas formaron la persona quien soy en la actualidad.

Siempre mantuve el contacto con la naturaleza, no como hubiese querido pues las obligaciones de adulto me mantuvieron alejado de lo que realmente me apasionaba como estoy seguro le ha ocurrido a muchos en la vida.

Sin embargo, siempre me ocupaba en mantener el contacto con la naturaleza. Disfruto mucho el mochileo como también del senderismo y el campismo por tal razón, no perdía oportunidades para practicarlos cuando podía. Por tal motivo no vacilé en involucrarme con una serie de grupos de caminantes con los cuales comparto durante el año ayudando así a mantenerme activo y saludable.

Se que habrá quien diga que el mochileo después de los 50 es difícil y otros que aseguraran no poderlo practicar porque se les hizo tarde para eso. Pues bien, puedo estar de acuerdo en la primera parte de esta aseveración pero no con la segunda. Practicar el mochileo después de los 50 sí es difícil como lo sería cualquier otro deporte que requiera esfuerzo físico pero definitivamente no es tarde para comenzar a hacerlo.

Si deseas comenzar a practicar el mochileo lo primero que deberás hacer es hablar al respecto con tu medico. Explícale cuales son tus expectativas y lo que te gustaría lograr. Escucha y sigue sus recomendaciones y pon manos a la obra.

Cuando comencé a mochilear, luego de muchos años inactivo, me di cuenta que debía ir más suave. Ya no se cuenta con la juventud, fuerza y agilidad de antes y no se puede ir tan rápido. Ahora bien, esto no es del todo una limitación pues al caminar más despacio se puede disfrutar mejor el paisaje, los animales, las aves y hasta de las personas con las que te cruzas en el camino. La experiencia se transforma en una mucho más satisfactoria.

Recomiendo mantenerte activo, hacer ejercicios y hacer estiramientos. Habrá quienes ya lo hacen, otros no, pues tal vez mantenían una vida sedentaria por el tipo de trabajo o por otras razones. Lo importante entonces es comenzar a activar el cuerpo.

Desarrolla un plan

Yo comencé poco a poco a caminar cinco días de la semana unas dos millas y luego tres millas las dos semanas siguientes. Para la cuarta semana aumenté a cuatro millas y para el final de la quinta semana ya caminaba unas cinco millas diarias. Lo hacia por el área donde vivo, no iba a parques, bosques u otro lugar en especial. Solo salía por mi propio vecindario y paseaba por el.

Luego de esto comencé a cargar una pequeña mochila con algunas cosas como agua, paraguas y alguna barra para comer en el camino. También comencé añadiéndole dificultad a la ruta subiendo una colina cercana. Subía la misma una vez cada día por una semana. Para la segunda semana añadí a mi mochila un envase de detergente para lavar ropa reciclado y lo llene aproximadamente un cuarto de su capacidad siguiendo la misma rutina. La tercera semana añadí otro cuarto de agua y así hasta que al cabo de cuatro semanas ya caminaba mi ruta diaria con el envase de detergente lleno de agua incluyendo la subida a la colina.

Al cabo de unos tres meses mi condición física había mejorado muchísimo y hasta había rebajado algunas libras. Más tarde comencé a añadir una subida adicional a la colina semanalmente hasta que llegué a hacerlo por cinco ocasiones seguidas. No tienes que hacerlo igual que yo, has tu propio plan, codifícalo a tu conveniencia, lo importante es dar el primer paso. Poco a poco veras los resultados. Puedes ver mi vídeo, “Cómo prepararte físicamente para caminar más y cansarte menos” para más detalles.

Equípate adecuadamente

Si ya cuentas con algunos equipos, puedes comenzar con lo que ya tienes y a medida que vayas progresando puedes irlos sustituyendo. Personalmente tengo bastantes cosas que fui adquiriendo por años sin embargo, muchos de esos equipos no son los más adecuados hoy día. Recuerdo en los días de escucha, las mochilas podían fácilmente llegar a pesar una 40 o 50+ libras. Se llevaba de todo; palas, hachas, linternas, baterías, ropa, comida enlatada, casetas de lona, etc. Todo pesadísimo dentro de los estándares modernos.

Hoy día no tiene que ser así. La tecnología ha facilitado las cosas en gran manera haciendo los equipos mucho más livianos, prácticos y realmente convenientes para los que desean practicar el mochileo después de los 50 años.

Yo recomiendo que te hagas del equipo más liviano posible dentro de tu capacidad económica. Es cierto que la tecnología permite la existencia de equipos sumamente livianos pero también es cierto que ellos suelen ser mucho mas costosos. Cada vez que te propongas adquirir algún equipo nuevo considera la siguiente formula, menos peso es igual a más millaje con menos esfuerzo. Esta formula te ayudará con el proceso de tomar decisiones pero no la tomes como una ley escrita en piedra.

Algunas personas tendrán la necesidad por ejemplo de llevar consigo una pequeña silla portátil en sus mochileos pues no se les hace viable sentarse directamente en el suelo. Tal vez puedan llegar a sentarse en el suelo pero el problema luego será el levantarse. Ustedes saben quienes son. Por esa razón, para algunos, la decisión de adquirir equipos no dependerá exclusivamente del peso.

La comodidad podrá ser un factor importante para algunos y aunque les cueste un poco de peso, a largo plazo pagará sus dividendos en cuanto a; cómo te sientes físicamente y tu rendimiento en general.

Muchas personas mayores viven con un ingreso fijo limitado y se les dificulta invertir en buenos equipos. Les tengo muy buenas noticias al respecto. No tienen necesariamente que adquirir los equipos completamente nuevos. Puedes encontrar y adquirir los equipos que quieres de segunda mano buscando en el Internet. Se pueden encontrar buenas ofertas en equipos en excelentes condiciones y con muy poco uso. De esta manera puedes ahorrar bastante dinero.

Muchas personas compran equipos nuevos y por una infinidad de razones dejan de tener necesidad de ellos y los ofrecen por las redes. Algunas compañías importantes dedicadas a la venta de equipos para mochileo y campistas tienen en sus paginas de Internet secciones de ventas dedicadas a ofrecer artículos usados.

Puedes obtener muy buenos equipos de esta manera y a la vez ahorrar una considerable cantidad de dinero en el proceso. Solo, toma tu tiempo, no compres por impulso, decide lo que quieres y compara en varios lugares antes de invertir tu dinero.

Consideraciones médicas y físicas

Los efectos del envejecimiento tendrá su influencia sobre la forma en que te acondicionaras físicamente y practicaras el mochileo. Cada individuo deberá prestar atención a su particular condición física y médica bajo la supervisión directa de su médico primario.

Muchos adultos mayores conservan cierto grado de salud y agilidad física porque se han mantenido activos, sea por su tipo de trabajo o porque así decidieron hacerlo. Otros no cuentan con esa ventaja e incluso padecen de condiciones limitantes de salud.

Nadie mejor que tu médico conoce tu condición, comparte con él tu decisión, anhelos y metas. Él sabrá orientarte y dirigirte en la dirección correcta para que las logres alcanzar.

Ya expliqué la forma en que comencé a reestablecer mi condición física. Luego que establezcas tu plan individual, ponlo en marcha y se constante. La perseverancia producirá frutos y te sorprenderás con sus beneficios.

No pienses que estar en forma es sinónimo de estar delgado. Mientras realizaba mi Mochileo por la Ruta Panorámica de Puerto Rico en el 2020 sufrí un percance de salud que me tomo por sorpresa. A consecuencia del mismo tuve que ir al hospital de emergencia y luego de muchos exámenes el médico me indicó que lo que me había sucedido fue causado por una insuficiencia de nutrientes he hidratación inadecuada. Todo a pesar de llevar conmigo provisiones para comer tres veces al día, merendar y tener suficientes abastos de agua.

Puedes ver el vídeo donde explico en detalles lo ocurrido aquí.

Puedes leer la narración aquí.

Con esto quiero enfatizar que, en ocasiones y a pesar de creer estar en buenas condiciones físicas, las circunstancias que rodean cada particular actividad pueden generar reacciones distintas y hasta inesperadas de salud.

Con tan solo caminar, y a medida en que te vayas acondicionando, notaras cambios notables. Siguiendo las recomendaciones medicas podrás mejorar condiciones como la alta presión, artritis y el sobrepeso sin mencionar tu estado emocional y anímico. Practicar disciplinas como el senderismo, campismo o el mochileo después de los 50 te ayudaran a mejorar significativamente tu salud.

Recuerda llevar contigo tus medicamentos para controlar tus condiciones cardiacas. Al caminar estarás ayudando a mejorar tus condiciones cardiacas sin embargo, deberás tener siempre tus medicamentos a mano pues cuando practicas el senderismo o el mochileo tu ritmo cardiaco aumentará al igual que tu presión arterial. Eso será una consecuencia normal para todo el que practique deportes que impliquen esfuerzo físico. Igualmente importante será el mantenerte apropiadamente hidratado.

Para aquellos que padecen de diabetes la regla anterior se aplica igualmente ya sea que utilices pastillas para controlar tus niveles de azúcar o insulina. Los diabéticos tendrán algunos retos particulares con relación a sus medicamentos pero nada que pueda impedir el disfrute de un buen mochileo.

 Si vives en países fríos, durante el invierno tendrás que mantener la insulina cerca de tu cuerpo para mantenerla a una temperatura adecuada. Si la misma se llegara a congelar se echará a perder.

En los meses de verano o si vives en zonas cálidas, puedes mantener tu insulina a una temperatura fresca dentro de tu mochila. He sabido que en áreas de calor extremo algunas personas hacen uso de bolsas químicas que al ser activadas producen frío. Otros colocan sus inyectores de insulina en una media húmeda colgándolas en el exterior de sus mochilas. El proceso de evaporación del agua les ayuda mantener fresca su insulina. Solo tendrías que mantener húmeda la media, si los abastos de agua te lo permiten.

Precaución con los bajones de azúcar. Cada cual debe conocer los síntomas. Si los has sufrido anteriormente ya estarás familiarizado con los mismos. La decisión de llevar contigo algún método para medir tus niveles de azúcar es muy personal. Algunos pueden considerarlo como algo opcional, para otros no. Yo diría que si estas comenzando en la disciplina del mochileo, ve por el lado seguro y lleva contigo alguna forma de medir tus niveles de azúcar hasta que tengas suficiente experiencia para decidir lo contrario y siempre consultando todo con tu medico primario.

Nunca esta de más llevar contigo algunas tabletas de glucosa. Aunque creas que nunca las necesitarás, puede que alguien de tu grupo o en el camino las requiera y puedas salir al rescate. Un frasco de ellas no harán gran diferencia en el peso total de tu mochila. Familiarízate con su uso ya que algunas de ellas requieren el uso inicial de hasta 4 cápsulas y luego de unos 15 minutos aproximadamente se puede tomar una o dos más de ser necesario.

Un síntoma muy común en los diabéticos es el adormecimiento de los dedos de los pies. En caminatas largas, de sufrir ésta condición, te podrían salir ampollas y no sentirlas. Otra razón más para estar consiente de tus pies y darle el debido cuidado. Si caminas acompañado puedes pedir a algún compañero que revise la parte baja de tus pies, si andas solo, tener un pequeño espejo podría ayudarte a velar esas área que no alcanzas a ver en tus pies.

Si eres de los que se les hinchan las piernas al permanecer parados por largos periodos de tiempo puede que sufras de algún problema relacionado a la circulación. Nuevamente, debes consultar tu medico para buscar consejo profesional.

Solía tener ese problema antes de comenzar la Ruta Panorámica de Puerto Rico en el 2020. En mi caso adquirí unas media de compresión largas, las mismas me llegaban por debajo de las rodillas. Me funcionaron de maravilla, las utilice durante toda la ruta y nunca se me hincharon los pies ni una sola ocasión. Utilice además un bálsamo anti ampollas para los pies para disminuir el roce entre los dedos de los pies. No tuve ni una sola ampolla en toda la duración del viaje.

Ya que estoy hablando del cuidado de los pies, éste consejito va por la casa. No uses calzado nuevo en una caminata larga. No importa el tipo de calzado que prefieras utilizar para caminar. Si te propones realizar un mochileo largo (40 millas o más) comienza a utilizar el calzado que planificas usar unos meses antes para que tu pie se adapte a el. Así evitaras descubrir demasiado tarde que el mismo, tiene áreas de fricción molestosas o que simplemente no es el calzado apropiado. Lo ideal es que el calzado ya esté adaptado a tu pie y lo hayas comprobado.

Quiero finalizar ofreciendo otro consejo practico. El mismo esta dirigido para aquellos que tienen la necesidad de ir al baño varias veces durante la noche a descargar la vejiga. Lleva contigo un envase en el que puedas aliviar tu necesidad nocturna sin tener que salir de tu caseta durante la noche.

Aprendí este truco para el 2005 mientras acampaba en el Parque Provincial Algonquin en Ontario, Canadá. En aquella ocasión pase dos noches en temperaturas cerca de los 35 grados Fahrenheit y me vi obligado a salir varias veces de la caseta. Les aseguro que es un verdadero fastidio tener que salir del saco de dormir, vestirse, ponerse las botas y salir en total oscuridad para regresar nuevamente a intentar conciliar el sueño. Repita eso varias veces durante la noche y comprenderá el por qué de la necesidad del envase.

Desde esa ocasión, siempre acampo con un envase plástico de unas 24 onzas (de los usados para la mayonesa) para éste propósito y por las mañanas dispongo de el en forma adecuada sin la necesidad de salir de mi caseta.

Sin duda el mochileo después de los 50 años sí es posible. Cada vez más y más adultos mayores se adentran en éste maravilloso mundo y se deleitan con todas sus posibilidades. Te invito de igual forma a descubrir tus posibilidades explorando la naturaleza mientras desarrollas tus destrezas.

Feliz mochileo