Hoy viajaríamos al Parque Nacional Yellowstone y estábamos ansiosos por comenzar temprano y aprovechar el día al máximo. Despertamos temprano, cerca de las 6.15 A.M. Estaba frío, pero nos levantamos rápidamente para desayunar y prepararnos para salir.
Desmontamos la caseta y cargamos todo en el auto. Cuando nos dispusimos a emprender viaje el auto no encendía. El ruido que hacía, por experiencias previas, daba a indicar que tenía recostado el motor de encendido o “starter” en inglés.
Debo confesar que estuve cerca de entrar en pánico pues no teníamos señal de celular y estábamos en un área bastante retirada de la civilización. Por fortuna había otros campistas bastante cerca y fui a solicitar ayuda.
Luego de explicarle nuestra situación al grupo de campistas más cercano y dos de ellos ofrecieron ayudar con un “jumper” portátil. Lo utilizamos, pero el auto no reaccionaba. No había forma de llamar a los guardias forestales.
Luego de varios intentos, y muchas oraciones, el auto encendió. Todos celebramos y agradecimos a todos por la asistencia. Todo el asunto nos retrasó cerca de hora y media, pero finalmente estábamos de camino al Parque Nacional Yellowstone .
Con todo, no podía llamar a la compañía de alquiler en todo el camino pues no había señal en el trayecto. Al llegar al Parque Nacional Yellowstone tampoco. Solo en un par de lugares llegamos a tener unas tres barras y los celulares nos indicaba que teníamos señal 3G. Se podía marcar el número telefónico, pero las llamadas se caían.
Nos detuvimos en el camino un par de ocasiones, pero no apagaba el auto por temor a que no volviera a encender. Cuando llegamos al área de acampar nos registramos y fuimos a almorzar. Fue en el restaurante que apagamos el auto por primera vez.
Nos tomamos el riesgo pues estábamos en un lugar más poblado y porque tendríamos que estar en el parque por tres días adicionales sin posibilidades de podernos comunicar con el exterior. Luis pidió una ensalada acompañada de pato ahumado. Por mi parte decidí por una hamburguesa de Bisonte con papas fritas.
Luego fuimos a montar la caseta en el área que nos habían asignado. La dejamos montada y salimos para ver el famoso Géiser Old Faithful y allí caminamos bastante. En la zona existen muchos más, el área es enorme y hay que caminar bastante pues algunos quedan bien distantes unos de otros.
Afortunadamente tienen en el lugar información de las erupciones del Old Faithful, pues suele ser bastante predecible. Así pudimos ver el lugar y buscar un lugar apropiado para ver el momento de la próxima erupción del Géiser. Luego de esperar una media hora aproximadamente pudimos ver su erupción. Ya saliendo del lugar aprovechamos para visitar las tiendas y adquirir algunos recordatorios.
De ahí nos dirigimos al Gran Manantial Prismático, pero luego de un inmenso tapón no encontramos lugar para estacionarnos y decidimos regresar al campamento. Ya estábamos bastante cansados y podríamos intentarlo al otro día de camino al gran cañón de Yellowstone.
Al llegar al campamento hicimos nuestra rutina de aseo personal, acomodamos todos los alimentos dentro del gabinete resistente a osos y nos metimos dentro de la caseta. Nos acostamos como a las 10.30 P.M.
Un poco más tarde llegaron las personas de la caseta vecina y comenzaron con un parloteo que no permitían dormir. Le dimos un tiempo razonable para que se acostaran, pero la situación no cesaba. Todo a pesar de saber que los reglamentos indicaban el silencio después de las 10.00 P.M.
A las 11.30 P.M. ya no aguante más y les llame la atención en voz alta. Se calmaron por unos 5 minutos y continuaron con el relajo y la riza hasta poco después de la media noche. Finalmente, el cansancio nos venció, pero el mal rato fue grande y no había forma de contactar a los guardabosques.
Al día siguiente nos levantamos a las 7.00 A.M. Preparamos todo, yo hice el desayuno y Luis se encargó de desmontar el campamento. Salimos del lugar no sin antes informar lo sucedido en la oficina del guardabosques. No por nosotros, pues ya nos íbamos del lugar, pero seguramente alguien ocuparía nuestro lugar en la noche y seguramente pasarían por el mismo calvario si no se hacía algo al respecto. Me indicaron que investigarían.
De camino llovió bastante fuerte. Esta fue la primera lluvia que hemos visto desde que comenzó nuestra travesía. Llegamos Gran Manantial Prismático y esta vez conseguimos estacionamos bien rápido. Disfrutamos del lugar, sencillamente espectacular. Estaba amenazando la lluvia y tronando así que nos apuramos, pero vimos suficiente quedando totalmente satisfechos.
Partimos de ahí para el Cañón de Yellowstone. Al llegar quedamos maravillados por la imponente vista y el paisaje sin igual. A pesar de estar nublado, estar lloviznando y la temperatura a 62 grados Fahrenheit el lugar seguía siendo espectacular.
Al salir del Cañón de Yellowstone pude notar que había cerca un área de acampar. Cuando quise hacer reservaciones desde Puerto Rico el lugar estaba lleno y no había vacantes, pero quise verificar de todas formas. Así que me detuve en el lugar a ver si lograba conseguir un área de acampar dentro del parque.
Para nuestra sorpresa logramos obtener un lugar. Se habían abierto unos espacios ese mismo día y gracias a Dios pudimos tomarlo. Realmente fue una bendición pues no tendríamos que viajar fuera del parque para acampar y volver a regresar al siguiente día para continuar el viaje donde lo habíamos dejado.
Este simple hecho nada más nos ahorraba unas cuatro horas de viaje extra permitiendo que pudiésemos aprovechar mejor el día siguiente y disfrutar de más cosas.
Salimos de ahí a comer super tranquilos y comprar algunos recordatorios. Terminadas estas cosas, fuimos a montar la caseta, hacer el aseo personal, encender una fogata y nos acomodamos temprano. Con toda tranquilidad, esta vez, terminamos todo temprano y nos retiramos a descansar a eso de 10.00 P.M.
Luego de una excelente noche despertamos al día siguiente a las 6. A.M. Preparamos todo rápidamente y salimos. Queríamos aprovechar lo más posible la mañana antes de continuar nuestro viaje hacia Dakota del Sur.
Al llegar al valle escondido disfrutamos de varias calderas naturales y pudimos ver muchos bisontes. Estaban por todas partes y hasta cruzaban la carretera pasando justo al lado de nuestro vehículo. Definitivamente una de las mejores experiencias que se pueden tener en el Parque Nacional Yellowstone.
Nos detuvimos a cargar gasolina y comer un sándwich para el desayuno. Llegamos al puente de los pescadores en el río Yellowstone. Nos detuvimos y caminamos un rato por el lugar pues era extraordinario. Ya de allí llegamos a la salida del parque he inmediatamente entramos en otro. No teníamos señal de internet y al cabo de estos tres días los teléfonos estaban prácticamente inservibles por tener las memorias llenas. Tomamos las fotos que pudimos con nuestras cámaras convencionales.
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