Las Vegas conforma la primera etapa de nuestra aventura por los Estados Unidos de Norte América. Este viaje nos llevará por varios parques nacionales y estatales al igual que por algunos monumentos nacionales.
Estaremos cruzando por Nevada, Arizona, California, Utah, Idaho, Wyoming, Dakota del Sur y Colorado. Así que te invito a seguir nuestros pasos desde el principio hasta el final pues estaremos compartiendo nuestras experiencias tal y como ocurrieron durante este maravilloso viaje.
El primer día transcurrió prácticamente sin novedad pues la pasaríamos todo el día viajando hasta nuestro destino. Partimos cerca de las 8.20 a.m. del aeropuerto internacional de Puerto Rico hacia la ciudad de Miami donde haríamos la primera escala. Allí tuvimos que comer obligatoriamente pues estaríamos cerca de 4 horas para poder tomar el próximo vuelo.
Estando aun bajo las restricciones de la pandemia del COVID-19 nos mantuvimos todo el tiempo utilizando las mascarillas entre otras medidas de seguridad recomendadas. Cada uno de nosotros tenía un pequeño dispensador con alcohol para desinfectar nuestras manos cada vez que entrabamos en contacto con áreas de uso común.
El vuelo a Las Vegas, fue uno bueno pero largo. Llegamos cerca de las 10.30 p.m. al aeropuerto de Las Vegas. Al salir del avión notamos el intenso calor inmediatamente. Recogimos las maletas y tuvimos que salir del terminal para tomar un autobús que nos llevaría al área donde se encuentran los concesionarios de alquiler de autos pues todos ellos quedan fuera del área del aeropuerto.
Tuvimos que hacer una fila al aire libre por cerca de cuarenta minutos para tomar el autobús. El calor era horrible. Era cerca de la media noche y la temperatura estaba en los 100 grados Fahrenheit. El proceso de buscar el auto fue largo tanto en el aeropuerto como en el concesionario.
Llegamos al hotel, y la habitación ¡estaba en el tercer piso! Era muy tarde para salir a dar una vuelta, pero estábamos hambrientos y fuimos a un McDonald’s cercano donde pudimos comprar algo de comer por el serví carro. Finalmente terminamos comiendo a las 3.00 de la madrugada y nos acostamos a las 4.00 a.m.
No pude dormir mucho, solo dos horas. No estoy seguro si fue debido a la diferencia de horas o ansiedad. Creo que tenía muchas cosas dando vueltas en mi cabeza. Luis durmió unas tres horas. Decidimos levantarnos y salir lo antes posible para sacar el mayor provecho al día. Desayunamos en el hotel pues fue lo más conveniente en ese momento y los precios eran muy razonables. Salimos luego a comprar las provisiones que necesitaríamos para los próximos días en la carretera y en el Cañón del Colorado donde acamparíamos unas dos noches.
Me dio trabajo conseguir dos cosas importantes y necesarias para acampar en los parques que visitaríamos. Primero, un spray contra osos. Este aerosol es considerado como la mejor defensa, hasta ahora, para repeler un ataque de oso o cualquier otro depredador. Segundo, un envase resistente a los mismos. El envase es requerido en zonas donde no hallan contenedores para almacenar alimentos resistentes a ellos. Ambos eran requeridos para poder acampar en los parques nacionales. Así que terminamos yendo a Walmart, REI y Sportsman’s Warehouse donde finalmente conseguí lo que buscaba.
Salimos de inmediato a visitar y caminar el strip de Las Vegas. Buscamos estacionamiento en el mismo centro del strip y comenzamos a caminar. El sol estaba terrible y el calor era algo que nunca antes había experimentado. La temperatura estaba en 104 grados y aún de noche el calor se mantenía en los 100 grados hasta pasada la media noche.
Luis pudo contactar una amiga que vive en Las Vegas y acordaron encontrarnos en el hotel donde nos recogería para salir por la tarde. Como aun teníamos tiempo continuamos visitando algunos de los hoteles y casinos en el área. Era necesario entrar a los hoteles para refrescarnos e hidratarnos. Con todo y eso, me vi afectado por el intenso calor.
Comencé a sentirme mal, no podía mantener el ritmo al caminar, estaba agotado y no podía pensar adecuadamente. Me di cuenta que estaba sufriendo un ataque de calor y le dije a Luis para comenzar nuestro regreso al estacionamiento. Durante el camino de regreso nos deteníamos en cada hotel para refrescarnos he hidratarnos.
Al llegar al estacionamiento decidimos regresar al hotel para encontrarnos con Norimar, la amiga de Luis. No pudimos coordinar mejor el asunto. Tuvimos el tiempo necesario para reponernos. Poco después llegaría al hotel su amiga quien nos recogió y llevó a comer a un excelente restaurante por la noche. Luego nos llevó de paseo por el strip de noche y nos llevó al fabuloso hotel Wynn donde ella había trabajado por varios años.
El lugar era magnifico, enorme y realmente precioso. Todo alrededor estaba inmaculado y prácticamente todas las tiendas eran sumamente exclusivas. Actuando como una excelente guía turística, nos dio una breve historia del surgimiento de Las Vegas, del hotel y de algunas de las excentricidades de su dueño. Luego de compartir una excelente velada nos regresamos a nuestro hotel para descansar. ¡¡¡La temperatura a las 10 p.m. 99 grados!!!
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