Hoy comenzaría nuestra travesía con destino a la presa Hoover Dam. Luego de preparar un desayuno ligero hicimos el check out en el hotel. Salimos como a las 10 a.m., un poco más tarde de lo que pensábamos pues estábamos muy cansados debido a lo pesado del día de ayer. Habíamos acumulado muchas horas sin poder dormir apropiadamente.
Al salir, nos detuvimos a llenar el tanque de gasolina, compramos hielo para una pequeña neverita que teníamos preparada con refrigerios y salimos en dirección al Hoover Dam.
Paramos en un par de lugares a tomar fotos a lo largo del camino. La carretera, el paisaje cambiante era novel para nosotros y precioso. Habíamos visto muchas fotografías y videos de la gran represa y ansiábamos verla por nosotros mismos.
Llegamos a la primera área de observación desde el cual podíamos tener una impresionante vista del lago Mead y nos detuvimos para tomar algunas fotos. Nos sorprendió ver lo bajo del nivel de las aguas. El calor era intenso, 106 grados Fahrenheit, mi cámara fotográfica se calentaba mucho y temía que la cámara dejara de funcionar o se dañara por el intenso calor. Intentar beber agua a temperatura ambiente era como tragar un purgante. No era nada cómoda la condición climática para nosotros, pero todo esto realmente valía la pena.
Salimos del lugar y nos dirigimos al Mike O’Callaghan – Pat Tillman Memorial Bridge Plaza. Para llegar a la plaza tienes que tomar la salida que te lleva a la carretera #172. En este lugar estacionamos el auto y luego de subir las escaleras tuvimos acceso al paseo que te lleva por la orilla del puente desde el cual se tiene una vista espectacular de la gigantesca presa Hoover Dam. Es importante mencionar que existen rampas de acceso para sillas de ruedas y existen facilidades sanitarias en el lugar.
Aquellos que teman a las alturas deberán pensar seriamente si desean visitar el puente. El mismo permite el paso de la Interestatal 11 y la Ruta 93 a unos 890 pies sobre el rio Colorado.
Luego de disfrutar la grandiosa vista nos dirigimos hacia la presa. La misma carretera que te lleva al Mike O’Callaghan – Pat Tillman Memorial Bridge Plaza continúa hacia la presa. No hay forma de perderse pues esa carretera solo te lleva a las áreas de la presa y los puntos de observación que hay al otro lado de ella. Aunque el otro lado pertenece al estado de Arizona llegarás al final y obligatoriamente tendrás que regresar nuevamente por donde entraste.
Luego de pasar por un cotejo de seguridad en la misma carretera (#172) llegamos a la presa. Cruzamos al otro lado de la presa para buscar un estacionamiento en el lado de Arizona. Ya había investigado que los estacionamientos en el lado de Nevada eran pagando a diferencia del lado de Arizona donde son completamente gratuitos con la excepción del primero. Al pasar la presa hacia Arizona el primer estacionamiento a mano izquierda es pagando, pero todos los demás que le siguen son completamente gratuitos.
A pesar de la gran cantidad de personas que visitaban el lugar (era domingo), encontramos estacionamiento rápidamente del otro lado. Cada cual llevaba agua y sombrero para el sol. Caminamos todo el lugar y visitamos las tiendas para comprar algunos recordatorios.
Mientras visitábamos el centro para visitantes y demás comercios, hablamos y acordamos intentar conseguir algún lugar cercano al Gran Cañón para no tener que acampar como habíamos planificado. Para mí fue una decisión difícil pues realmente deseaba acampar allá.
Habíamos pasado dos noches en Las Vegas y por lo que estábamos experimentando en la presa sabíamos que pasaríamos dos noches miserables dentro de la caseta de acampar si las condiciones del tiempo continuaban como hasta ahora. Personalmente he experimentado situaciones bastante difíciles. He podido experimentar tanto el frio como el calor, pero nunca un calor tan intenso. Si hubiese estado solo, tal vez la historia hubiese sido diferente, pero no era justo hacer pasar a Luis por una situación semejante.
Afortunadamente pude encontrar un pequeño hotel en las inmediaciones del Gran Cañón. Según la información que obtuve, el lugar se encontraba a solo treinta minutos de la entrada sur del Parque Nacional así que, hice la reservación inmediatamente.
De más está decir que la experiencia en el Hoover Dam fue extraordinaria, disfrutamos cada momento en el lugar. Como todo lugar turístico, los precios de alimentos y bebidas comprados en el lugar son más altos, por esto recomiendo ir preparados si están viajando con un presupuesto apretado. Puedes llevar una pequeña neverita con agua y otras bebidas frías en tu auto y algunos alimentos ligeros en una mochila para evitar gastos excesivos.
Pasamos aproximadamente cuatro horas en el lugar, tiempo suficiente para lo que deseábamos hacer quedando complacidos por la visita. Obviamente hay muchas más cosas que ver y hacer en el área, pero para este viaje en específico habíamos llenado nuestras expectativas.
Cumplido nuestro tiempo en el lugar partimos hacia el Gran Cañón, pero este relato continuará en mi próximo blog. Déjame un comentario si tienes alguna pregunta o sugerencia, serán apreciados.
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