Partimos hacia el Gran Cañón del Colorado luego de haber disfrutado cerca de cuatro horas en la presa Hoover Dam.
El viaje nos tomo cerca de cuatro horas. Hicimos una corta parada en el hotel para registrarnos y dejar las maletas en la habitación. El lugar nos gustó mucho, pequeño, pero acogedor. Al bajarnos del auto nos sorprendió la agradable temperatura del lugar comparada con la que habíamos estado experimentando los días previos. Ya se estaba haciendo tarde para entrar en el parque, pero decidimos ir de todas formas para familiarizarnos con el área.
El camino hacia el parque pasaba además por las áreas donde originalmente había planificado acampar y entramos a una de ellas para explorarla. Quedamos sorprendidos por la excelencia de las áreas. Lamenté mucho haber reservado el hotel, pero ya era tarde, no podía cancelar la reservación. Si hubiese tenido información mas precisa de las condiciones del tiempo hubiese acampado sin problema en el lugar.
Cuando llegamos a la entrada del parque no había guardabosques en las casetas. Si había unas máquinas para registrarse automáticamente, pero no lo hicimos pues realmente no queríamos llegar de noche al cañón. Muy cerca del lugar había una seria de comercios y fuimos a algunos de ellos. Fuimos a una fabrica de chocolates donde probamos algunas de las delicias que tenían y nos tomamos un exquisito chocolate caliente. Ya cansados, regresamos al hotel para descansar.
Al día siguiente nos levantamos a las 6.00 A.M. Desayunamos y salimos a las 7.20 A.M. para el parque. De camino compramos unos emparedados antes de llegar para tener algo de comer en nuestras mochilas.
Entramos sin dificultad al parque, no había nada de tapón he inmediatamente nos atendió la guardabosque de turno. Nos dieron los mapas y demás información sobre el parque y continuamos hacia el área de estacionamientos. Preparamos las mochilas con agua, comida, entre otras cosas y salimos hacia el centro de información para recibir orientación respecto a lo que podríamos hacer durante el día.
Los guardabosques fueron muy atentos y luego de su orientación decidimos hacer dos caminatas por el borde del cañón y una parcial siguiendo uno de los caminos que descienden hacia el rio Colorado.
Comenzamos yendo hacia Mather Point desde donde tuvimos nuestra primera vista del Gran Cañón del Colorado. Es difícil poder describir la impresión recibida al llegar al borde y admirar tal grandeza. Puedo decir que me robó el aliento. Desde allí caminamos hacia Yavapai Point donde está el museo de Geología.
Luego de disfrutar del museo y comprar algunos recuerdos nos detuvimos a comer lo que llevábamos en la mochila. Debo decir que pudimos tomar suficiente tiempo para admirar el paisaje, los animales y tomar fotografías. Aunque la mañana comenzó un poco nublada y contaminada por los fuegos forestales que afectaban varios estados, las condiciones fueron mejorando durante el día.
Ya recuperados luego de un corto descanso y alimentarnos partimos en dirección al Village para hacer el Trail of Time o “Camino a través del Tiempo” como podría traducirse al español.
Al llegar al Village entramos al centro de visitantes Veramp’s, el hotel Tovar y la casa Hopi. Pasamos un buen rato en el área pues comenzó a llover un poco y a tronar. Aprovechamos para llenar nuestras botellas de agua he ir al baño.
De allí cruzamos la estación del tren para tomar el autobús gratuito que nos llevaría al Market Plaza donde tomaríamos otro para llegar al comienzo del camino sur Kaibab. Desde ese punto tomaremos el camino que desciende hasta el rio. Solo haríamos el camino por algunas horas. No teníamos la intensión y mucho menos el tiempo para hacer la ruta completa, pero queríamos tener la experiencia de caminar uno de los senderos del Gran Cañón del Colorado.
La experiencia fue excelente. El clima estaba agradable, sorprendentemente fresco y hasta cayeron algunas lloviznas. También comenzó a tronar lo que nos mantenía en alerta constante. Ya nos habían advertido que durante el verano suelen generarse tormentas eléctricas por el calor que genera el cañón. El lugar es tan grande que suele generar sus propias condiciones climatológicas.
Regresando al estacionamiento tomamos un descanso pues estábamos bastante agotados. Terminamos con la satisfacción de haber aprovechado bien el día y reflexionábamos sobre todo lo que habíamos visto. Ya de salida visitamos otra de las áreas de acampar gratuitas. Quedando impresionados con el lugar y el deseo definitivo de volver.
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Tremendo. Fuimos en Julio pasado. Nos quedamos dentro del parque. Tremenda experiencia. Sedona allí cerca es tremendo también.
De acuerdo totalmente. El lugar es realmente impresionante. Merece dedicarle varios días para disfrutar plenamente de todo lo que puede ofrecer.